Vivimos en una era en la que las fotografías son nuestro pan de cada día ya que nos hemos acostumbrado a expresar aquello que queremos a través de ellas y sobre todo de las redes sociales. Incluso, muchas personas las utilizan como una herramienta de trabajo para mostrar productos, crear anuncios y otras acciones que se pueden llevar acabo.
Pero es verdad que no todo en la fotografía vale. Cada vez nos volvemos más estrictos con la calidad, los detalles, las perfecciones... y no todo el mundo se dedica profesionalmente a la fotografía como para dejar una imagen impoluta y perfecta. Además, hacerlo con programas de edición profesionales, puede suponer mucho tiempo del que no siempre disponemos.
Uno de los sectores que más necesitan de fotografías es la moda. Hace unos años, solo las grandes cadenas y empresas tenían la obligación de ligar sus prendas y complementos al arte de la fotografía para realizar publicidad, carteles, anuncios... Con la llegada de Internet, las redes sociales y la compra online, esto ha quedado atrás y hasta la tienda más pequeña necesita tener unas imágenes potentes de sus productos si quieren entrar en el sector, aunque sea un poco.
Cuando montamos una tienda de moda online, tienes acceso a muchísimas más personas y por lo tanto tus clientes aumentan de manera exponencial. Ahora, esos clientes van a necesitar que les dediques más tiempo que a una persona que tiene la posibilidad de visitar tu tienda física y probarse la ropa, tocar el producto, comprobar la calidad de las prendas y un largo etcétera de diferencias.
Al comunicarte con gente de todo el mundo, es necesario que la información que les proporciones a todos por igual sea lo más extensa y detallada posible para que no tengas que preguntarte las dudas uno a uno porque te volverías loco. Antes de informarles de los procesos de compra, el tallaje, los productos y demás cuestiones, primero debemos atraer a nuestro público objetivo y conseguir que se fijen en nuestra marca. ¿Cómo se consigue eso hoy en día? A través de las fotografías. Si tienes una imagen bonita, en la que se ve el producto, una modelo poderosa luciendo la ropa, una luz adecuada para apreciar cada detalle... todo eso forma parte de un ecosistema creado para que la imagen sea atractiva a la vista y consiga atraer a posibles clientes.
No todos disponemos de un estudio fotográfico en el que poder hacer unas fotografías estupendas, con modelos profesionales y unos programas informáticos especializados en arreglar los desperfectos, pero para ello la maravillosa tecnología nos ofrece algunos programas sencillos con los que puedes obtener resultados increíbles en cuestión de minutos.
Imagina que has hecho unas cuantas fotos a una amiga o a ti misma luciendo productos de tu marca, pero ese día habías descansado mal y tienes unas ojeras de caballo, o te ha salido un grano en toda la nariz... ¿vas a posponer la actividad que llevabas planeando días hasta vete a saber cuándo? ¿tienes que esperar hasta que consigas tener un cutis perfecto? De eso nada. Con el programa de edición Perfect 365 puedes dejar tus imágenes perfectas gracias a sus herramientas inteligentes que eliminan las imperfecciones de la cara tales como granos, manchas, arrugas y otros elementos indeseados. También tienes opciones más avanzadas con las que podrás incluso cambiar el color de los ojos o el pelo, maquillar a la modelo… un sinfín de ayudas que nos convertirán en maquilladores y fotógrafos profesionales.
No sería justo que después del trabajo tan grande que hay detrás de una prenda de ropa, su diseño, su tela, su calidad y todas sus características, la gente solo se fijase en un grano que con el paso de los días va a desaparecer. El elemento protagonista tiene que ser el producto por lo que aprovecha este programa para evitar que existan en la fotografía otros elementos distractores.